¿No es realmente el trabajo dignificante?

Me ha resultado impresionante observar lo que representa el trabajo hoy en día, despreciando categorías de edad. Percibir como para la mayor parte de las personas dedican, o mejor dicho desperdician, su vida a laborar en cosas que ni siquiera son de su agrado; ver que gran cantidad de personas laboran en cosas que con costo requieren de pensar.

Es asombroso tomar conciencia de como hemos ido acostumbrandonos a asimilar el trabajo como un obligación y lo único del mismo que podría resulta dignificante es la remuneración.

Creo que es inquietante darnos cuenta la forma en que este sistema ha calado hasta lo más profundo de la sociedad, como nos induce cada vez más a la desvalorización del factor humano.

Entonces esto me ha llevado a una pregunta que considero muy sugestiva:

¿No es realmente el trabajo dignificante?

Creo que el trabajo debería de ser visto como una necesidad para todos los individuos que somos parte de la sociedad, una forma de contribuir con la misma; como una oportunidad de desarrollar nuestros conocimientos, de innovar para el bien de todos y por ende el propio.

Lógicamente, cuando sos un obrero y sabes que cualquier clase de sobresfuerzo que realices, cualquier innovación solo va a ser para contribuir a enriquecer aún más al empresario, NO compartis está forma de entender el trabajo; cuando te frustras dedicando tu vida entera a laborar en algo que no te gusta solo por el salario, que con costo y a veces te alcanza para sobrevivir, es comprensible e incluso justa la actitud de ver el trabajo como una obligación. 

Cuando para sobrevivir en el “tercer mundo” es necesario adquirir dinero, es también comprensible que lo asimiles como obligación y que prefiras trabajar como agente de Centro de Llamadas -call center- (las maquilas del imperio), como modelo, etc para devengar un salario ‘justo’... por poco que eso oferte superación intelectual o una contribución al avance de la sociedad.

En pocas palabras, he logrado entender que el trabajo SI es dignificante lo que es DENIGRANTE es el sistema en que vivimos.

"Nunca estoy más solo que cuando estoy acompañado,..."

En forma general no me apetece hacer observaciones de temas amorosos. Al menos en este período de mi vida creo que no son una cuestión de gran importancia... ¡Vaya! Hay 23 millones de personas muriendo de hambre en Somalia, estamos al borde una tercera guerra mundial, nuestro país se encuentra nuevamente en un contexto histórico-social que demanda de todos nuestros esfuerzos para llevar a cabo una transformación; ¿voy yo a preocuparme por pensar en amoríos? Creo que no.

En fin, es ese mi punto de vista.

Sin embargo, me llama la atención, principalmente por la parte femenina, la enorme suspicacia por el tema de la “soltería”; el hecho incluso que las relaciones sean tan superficiales, que la personas no estemos hoy en día entendiendonos, que no podamos elegir, o bien, convivir con alguien más. Entonces inquiero en algo: ¿Acaso hemos pensado el tratar de disfrutar a solas?

No obstante, esto trae consigo otra temática: La Soledad. Por lo que considero oportuno citar a un antiguo escritor que decía “Nunca estoy más solo que cuando estoy acompañado, nunca estoy más acompañado que cuando estoy solo”..

Y es que la soledad no implica –aislamiento físico-, sino agregar momentos a nuestra vida cotidiana en los que podamos meditar, autoconocernos y reconocer realmente nuestros intereses.

Comparto la opinión de la Psicologa Silvia Olmedo, cuando dice que una relacion no esta compuesta por “dos mitades de una naranja”, sino por –dos naranjas- completas. O sea dos personas completas que tienen pensamientos distintos, que realizan actividades diarias, que tienen una familia, trabajo, estudian y que estan dispuestas a complementarse. Claro que no secundo la idea de que sea hasta la muerte, pero si creo que la inestabilidad emocional nos perjudica como personas. Y merece la pena recordar que la sociedad esta compuesta de personas, que no actuaran bien si no se sienten bien.

Opino que es de singular relevancia que nos constituyamos primeramente como persona, que tengamos capacidad de poseer y disfrutar nuestra intimidad; ya nos decía Arthur Schopenhauer “La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”.

En pocas palabras, desarrollemonos individualmente como personas para poner desenvolvernos en el aspecto sentimental y colectivo. Desarrollemonos personalmente para contribuir a la sociedad. ¡No somos utiles estando frustados! Debemos manternemos, como decia Thomas Jefferson, buscando la felicidad.. Para el caso, personal y colectiva.

¿Acaso sos necesariamente odiosa cuando sos sincera?

¿Acaso la verdad debe ser siempre vista de forma -negativa-, como para decir que sos necesariamente odiosa cuando sos sincera?

Es de cierta forma complejo saber, incluso, que le molestara a cada quien, o para que personas resultaras siendo –odiosa- o tus comentarios un –exabrupto-. . .

Sin embargo, en este aspecto, merece la pena recordar que cada individuo de cierta forma va creando en su vida y en su mente lo que podria llamarse una “verdad paralela” a la objetiva, es su propia “verdad” y el/ella la toman por CIERTA; y aunque algunas o muchas ocasiones coincida con la realidad objetiva, la relacion entre distintos seres que realizan lo mismo tiende a crear una contradiccion entre sus “verdades”.

Por lo que aqui convendria mencionar un poco a la Tolerancia, debemos respetar a las personas, ¡porque son personas!, y tratar de emitir juicios de valor hacia las IDEAS que esten erradas en relacion a la realidad objetiva con sumo cuidado de no irrespetar a los individuos que las profesan.

A mi punto de vista, ¡esa es la esencia del convivir!. . .

 En fin, si tu afán de buscar la verdad te lleva a discutir comunmente con las personas, solo ¡se TOLERANTE! Las ideas se derrumban con ideas, y te aseguro que armandote de buenos argumentos lograras persuadir...

 En todo caso, habria que verle el lado amable de ser “odiosa” porque: ¡seras increiblemente agradable para los amantes de la verdad! ;)

Incertidumbre. . . (Tanta)

Me siento tan llena pero a la vez tan vacia. Tengo tanto y la vez tan poco. 

Topada de aspiraciones, esperanzas, sueños y al mismo tiempo de tantos impedimentos...

Quisiera hacer tantas cosas que a la larga no hago nada; amo tanto y tantas cosas, que luego no resulto amando a nada y a nadie... 

Tengo tanta firmeza en mis desiciones que me hacen dudar... Trato de ser tan agradable que termino siendo insoportable, de trascender tanto a lo establecido que acabo siendo mas ortodoxa... 

¡A veces soy tan antagonica en mi misma!. . . 

Tengo que decir de nuevo: ¡Quisiera Volar!, y regresar a lugares donde nunca he ido, temo que ahi deje olvidada mi cordura...